Vale, ya tienes tu tatuaje. Estás flipando, todo va bien, pero… ahora viene la parte clave: el cuidado post-tatuaje. Aquí no hay magia, pero sí hay pasos que no te puedes saltar si quieres que cicatrice bien y que los colores y líneas se mantengan a tope.
🔹 Paso 1: Limpieza suave (pero constante)
Lava la zona con agua tibia y jabón neutro, sin frotar. Nada de esponjas, toallas rasposas ni restregar con ansia. Sécalo a golpecitos con papel de cocina.
🔹 Paso 2: Hidratación, pero sin ahogar
Aplica una capa fina de crema cicatrizante específica para tatuajes (¡y que no contenga alcohol ni perfume!). Menos es más. Hazlo 3 veces al día durante al menos 10 días.
🔹 Paso 3: Nada de sol, piscina ni gimnasio
Durante mínimo 2 semanas. El sol puede borrar colores, el cloro infectar y el sudor retrasar la cicatrización. ¡Respeta los tiempos!
💡 Extra tip Alhaja:
No te arranques las costras. ¡Jamás! Deja que se caigan solas si no quieres que te quede parcheado.